Luis de Morales "el divino"(1510-1586) consigue un equilibrio entre manierismo y devoción contrarreformista...
Virtuosismo y carga emocional en 60 obras de retablos y centenar de tablas devocionales para capillas y oratorios privados...
"Supera la dicotomía entre clasicismo y devoción, situando el acontecimiento religioso en un mundo conceptual, fuera del tiempo" Checa
Gran influencia flamenca e italiana (Rafael y Sebastiano di Pombo)...En su viaje a Milán conoce el manierismo italiano.
Retórica del gesto, fondos negros, aislando las figuras con delicadeza de porcelana brillante y saturada de la piel, con colores metalizados.
La importancia del gesto sobre fondos negros y la iluminación favorece la contemplación y la oración silenciosa, con muchos referentes del Greco.
Uno de los artistas mas singulares del Renacimiento español, dedicado en exclusiva a la pintura religiosa y la iconografía de la Pasión de Cristo..
En los semblantes ensimismados y melancólicos, el espectador de la época percibe otras lecturas vinculadas a la misión redentora de Jesús y el papel intercesor de María auxiliadora de su Hijo...
Un sutil "sfumato" consigue difuminar los contornos creando una visión luminosa y evanescente de las figuras.
Las distintas versiones de la Virgen de la leche, diálogo gestual muy cercano con su madre, hace referencia al auxilio de la Virgen a todos los creyentes.
Cuidado dibujo y bellos trazados que buscan la empatía con el espectador y el consuelo materno...
La figura protectora y reposada de la madre, de manos grandes que acogen, bendicen, oran, vivifican...manos de Vida, trabajo, idioma y misterio...
El Divino Morales español fue natural de Badajoz(1510-1586) casado con Dña Leonor de Chaves,tuvieron 7 hijos. Durante una parte importante de su vida,Morales desarrolló una carrera artística que le obligó a viajar con frecuencia para concertar encargos. Fue maestro de retablos y pintor de obras de altar para devociones particulares. Entre los primeros trabajos en Aldeanueva de la Vera, pintor activo en Extremadura,realizó una veintena de retablos y un centenar de tablas de devoción. La calidad de sus soportes empleados, el dibujo previo ejemplar y la delicada resolución pictórica de sus obras, permitió a su taller proceder con imágenes de gran magnitud, que no tienen parangón en España hasta la llegada del Greco a Toledo en 1577.
La cultura visual y religiosa...
La función pedagógica del arte pone a Luis de Morales, el énfasis en su función contemplativa y meditativa. A partir de la Baja Edad Media, la literatura devocional puso un acento creciente en la reconstrucción de episodios evangélicos, el conocimiento de sus personajes y las NARRACIONES VISUALES COMO PARTE DE UNA EXPERIENCIA RELIGIOSA, cuyos orígenes estaban en el arte sacro bizantino y una "incipiente cultura del arte" en toda la Península Ibérica del SXVI.
La Piedad o" Quinta Angustia" en terminología local es sin duda una de las composiciones más logradas del artista.El ejemplar de mayor calidad se encuentra en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.
En torno a la Virgen y el Niño...
Para acercarnos a Morales tenemos que seguir el método ignaciano de "ponernos en el lugar que le tocó vivir"...Un pintor que pretendía sumergir al espectador, al creyente, ante las escenas y resaltar sus emociones y sentimientos. El ambiente espiritual buscaba una "eficacia" visual.Era la mejor tradición del icono bizantino. Repetían temática devocional de la Virgen y el Niño, una marca distinguible que acabó por convertir a Morales en el pintor "divino".
Iconografía de la Virgen de la leche
Una imagen delicada destinado a devociones privadas cuyas raíces las encontramos en los iconos marianos de devoción mariana de tradición bizantina. Fernando Marías la describe como una pintura que busca la empatía con el espectador, pero en la que se introduce un pensamiento premonitorio de las causas y destino de la humanización de Cristo..es la expresión de un temple espiritual marca Morales.
Su cuidado técnico y formato doméstico resulta entrañable. La incorporó al Prado uno de sus patronos más activos y generosos, Pablo Bosch y Barrau, coleccionista barcelonés que en 1916 que adquirió la tabla del heredero diácono de Ávila.
Muchas son las versiones, quizá la más conocida, aparece la Virgen de tres cuartos, sedente, sosteniendo a su hijo en brazos, quien contempla ensimismada con la cabeza inclinada a la derecha, el lugar que ocupa el Niño, de espaldas al espectador, alza su cabeza hacia su madre buscando su pecho y con la otra mano alzando su velo. La figura protectora y reposada de la madre, de manos grandes, desplegadas sobre el cuerpo de su hijo. La mano de Jesús, introducida en el vestido de María convierte la representación en un trasunto pudoroso, de un tema de larga tradición cristiana. La Virgen de la leche, una iconografía según Luis Réau, alcanzó un desarrollo variado y matizado, iniciado en la pintura bizantina y que tuvo una amplia difusión en la Edad Media. La imagen de María amamantando al niño o mostrando un pecho desnudo contó con abundantes ejemplos en el arte occidental, desapareciendo progresivamente en el SXVI por considerarlo indecoroso o inconveniente. Se ha señalado una posible relación con los textos ascéticos contemporáneos de la época de Alfonso Villegas, Flo Sanctorum, Toledo 1578 o el sermón de Navidad de San Juan de Ávila.
Iconografía de la Pasión de Cristo...Pintura para contemplar y orar "muy cerca". Todas ellas para oratorios privados, pretendían acercar al creyente el sufrimiento y la resignación del Salvador...
La narración didáctica del episodio se transforma en una meditación a través del uso devoto de la imagen, para establecer un diálogo con el espectador, con el que sin duda interactúa...Cuerpo lacerado y lleno de golpes implora lástima, tan común en la tradición medieval centroeuropea, y tan exitoso en el barroco, alcanzando una una combinación muy equilibrada entre dolor interior y deterioro físico.
LA PIEDAD, iconografía de Cristo muerto en brazos de su madre... indican el éxito de esta imagen entre la clientela de la mitad del XVI
Diferentes formatos de la Virgen sosteniendo a su Hijo, figuras de medio cuerpo ante un fondo impactante, rigurosamente negro, indican el interés obsesivo de Morales por esta composición. En las que recurre a sutiles variaciones en la fisonomía de la madre y del hijo, o en la expresión del dolor y la muerte. Se evidencia no tanto el clasicismo del renacimiento de Miguel Ángel en su Piedad del Vaticano que seguramente no conoció, pero si en Sebastiano di Pombo(1485-1547)
MORALES UTILIZA ESTA ICONOGRAFIA COMO CONTRAPUNTO AL DE LA vIRGEN CON EL Niño EN BRAZOS. Destaca por la delicadeza de los modelos de apariencia incorpórea y casi quebradiza, a cuya expresividad latente y silenciosa, favorece una gama restringida de color, que va desde la palidez transparente de la carne, hasta el azul y blanco luminoso del manto de la Virgen.
Fue todo un estilo personal pero que no creó escuela, consiguió una de las imágenes más perfectas de la Piedad europea del SXVI. Recomendaciones del Concilio de Trento, que había concluido justo en 1563,que las imágenes debían conmover a través de los sentidos para motivar la meditación y la oración.
La conmoción por la ternura, el dolor, despertar emociones sutiles y profundas como la serenidad y la resignación al aceptar esa muerte que supone la redención del género humano.
Morales está en deuda con la tradición de la pintura flamenca, generalmente se asocia a Rogier van der Weyden. El tema de la Piedad se desarrolló en España en el SXVI para hacer hincapié en la Pasión de Cristo. Esta mística fue utilizada por los franciscanos, los dominicos, jesuitas...las llagas y el cuerpo muerto de Cristo son la remisión de los pecados y la salvación de su alma. San Ignacio de Loyola en la tercera semana de los Ejercicios Espirituales pedía al ejercitante que considerase lo que Cristo nuestro Señor padece por la humanidad y esforzarse en la contemplación con imágenes...
San Juan Ribera y la espiritualidad de la Contrarreforma, obispo de la diócesis de Badajoz. Referencia obligada de la obra de Morales, quien llegó a considerar su pintor de cámara.
Tríptico con el juicio del alma de Juan de Ribera
La doctrina del juicio particular del alma, a la espera de un Juicio Final se desarrolló en el pensamiento cristiano desde San Jerónimo y San Agustín hasta Santo Tomás de Aquino. También San Vicente Ferrer(1350-1419) dieron un importante impulso a la doctrina pontificia que había sancionado Benedicto XII con la Bula Benedictus Deus. La importancia que había concedido al juicio particular Fray Bartolomé Carranza, contemporáneo de Morales y del obispo Juan Ribera, en sus comentarios en el Catecismo cristiano, seguro que le motivaron para esta obra.
La iconografía del juicio particular funde tradiciones con la del Juicio Final y la Buena Muerte, con la psicomaquia entre el ángel y el demonio, añadiéndose la intercesión de la Virgen y san Juan evangelista. No sólo actúa Cristo como juez e intercesor sino la Santísima Trinidad (La Gloria de Carlos V.Tiziano).Su alma es llevada en brazos por un ángel hacia la Trinidad, como figura infantil desnuda. Esta idea del lienzo funerario que quiso llevarse el Emperador a Yuste, precipitó la idea para el la obra.Como vemos ha desaparecido la psicostásis(el arcángel san Miguel pesando en un platillo las obras buenas y los pecados del difunto).No deja de extrañar la presencia del obispo revestido con sus ropas sacerdotales,tiara,cetro. Mientras en las tablas laterales la Virgen María intercede, el demonio porta unas filacterias con lista ilegible de los pecados del difunto.
"Cristo es la imagen (visible) del Dios invisible. (Col; 1-15)
"La iconografía cristiana transcribe mediante la imagen el mensaje evangélico que la Sagrada Escritura transcribe mediante la palabra. Imagen y Palabra se
esclarecen mutuamente" (Catecismo de la Iglesia Católica. II parte; Celebración del Misterio Cristiano; Sección 1160)
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A penas 48 horas tras el Cónclave, un joven universitario-FVO- de 4º ESIC-Madrid nos hace llegar esta reflexión sobre el nuevo tiempo de Dios, sustentado en esta imagen creativa de gran belleza.
...No es pequeño el mundo cuando una gaviota pivota en una chimenea, como metáfora viva del Espíritu Santo, presagiando que el nuevo Papa vendría allende los mares...
España llevó la fe a América,ahora realiza el viaje de vuelta. Él es jesuita de oficio y franciscano de corazón...
La fe se transparenta en el gesto del Papa Francisco, indicando desde el minuto cero, donde quiere fijar su mirada: en el pobre de Asís...declara no tener otra mirada que Cristo.
Sobrecoge su gesto sencillo y humildad evangélica, en medio del colapso político y social...llega este descomunal aire fresco de Argentina, Jorge Mario Bergoglio: verdad, bondad y belleza de Dios.
Sus coordenadas: "Una Iglesia pobre para los pobres."
Exhortación apostólica del Santo Padre Francisco a los Obispos,Presbíteros,Diáconos,personas consagradas y fieles laicos sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual.