No obstante, Hieronymus van Aeken Bosch,pintor holandés (1450-1516) más conocido como El Bosco, ya en los albores del Renacimiento,levantó sobre estos principios una de las síntesis más espléndidas del mundo medieval. La imaginación y la fantasía alcanzaron cotas ilimitadas. Pintor holandés del SXV, que como un auténtico visionario trató como nadie su tema principal: las debilidades humanas, el hombre , tan proclive al pecado, al engaño, a las tentaciones...delirios simbólicos...aunque con cierta torpeza compositiva, son vistas casi enciclopédicas de lo que el hombre puede encontrar en el camino de la vida.
En toda Europa abundan los movimientos heréticos y enfermedades, epidemias..luego no eran obras devocionales sino de reflexión moral.. Felipe II entendió esta dimensión moral e intelectual y adquirió todas las obras de arte de "El Bosco", es por esta razón que hoy el Museo del Prado conserva la mejor colección tanto por cantidad como por calidad.
Casi todas proceden de la Colección Real y llegaron desde El Escorial donde Felipe II (1556-89) reunió la primera gran colección de obras de arte. La inclusión de los Paises Bajos en la herencia de Felipe II aumentó las relaciones con funcionarios, humanistas...El tiempo desdibujó los códigos para saber interpretar estas obras, tan complejas para el público, hasta se llegó a pensar que eran heréticas...Pero El Bosco fue un ortodoxo católico y el erotismo que hoy puede sorprender en "El Jardín de las Delicias" para un público no iniciado debe entenderse como forma de demostrar la condena de conductas humanas.
En el reverso figura un tondo con un niño desnudo que da sus primeros pasos con ayuda de un andador.
En su mano derecha lleva un molinillo de juguete.
Al igual que todo el grupo del anverso, camina hacia la derecha.
Se le ha identificado como el Niño Jesús, pues los atributos que aquí muestran sería una prefiguración de la suerte que le espera: avanzar con gran dificultad, bajo la pesada cruz, hacia el lugar de su ejecución.
Primeros y últimos pasos de Jesús.