RETORNO A LA BELLEZA. Fundación Mapfre

"Vuelta al orden" en Europa. Novecento italiano.

Tras el desorden histórico, moral y cultural de la I Guerra Mundial, el arte se propuso una vuelta al orden, asociado a la belleza y al canon clásico. Tras la Guerra se desarrolla el tema de la Belleza como eje central, unido a otras cualidades entonces ausentes: el equilibrio, sosiego, eternidad, la atmósfera de misterio, la solemnidad en el gesto y el idilio con la Naturaleza...

Junto a motivos de valor simbólico u alegórico como la maternidad, la infancia, las edades de la vida, se reconquista el paisaje, el retrato..Esta exposición está dividida en las 7 claves de esa "vuelta al orden"

100 obras representativas de autores de la pintura metafísica y el Novecento italiano: De Chirico, Savinio, C.Carrá, Morandi, Sironi,Achille Funi, Malerba, Ubaldo Oppi,Cagnaccio de San Pietro...

1-Metafísica del orden y del espacio...un equilibrio entre el ideal clásico y el sueño metafísico.

Las pinturas de Giorgio de Chirico despiertan un sentimiento de nostalgia que pronto invadiría toda Europa, una voluntad de mirar al pasado, una pintura metafísica y defensora de un arte evocador de gran tradición antigua y renacentista, donde reina el enigma.Pórticos, plazas misteriosas, escenarios urbanos plagados de maniquíes, estatuas antiguas.Volúmenes, construcciones, geometrías,dibujo definido y paleta cromática, donde la incongruencia resulta fascinante, donde el sueño crea imágenes simbólicas...

Colmada de silencio y estupor se halla la pintura italiana de los años XX. Ritorno all´ordine, tras el estrépito de las vanguardias, se construye un lenguaje figurativo fundado en valores sólidos y vinculado a la memoria de la tradición...tras los horrores de la guerra.

La nueva orientación nace de una búsqueda de reflexión de Giotto, Paolo Ucello y Piero della Francesca, los primitivos del Trecento y Quattroccento. Una atmósfera espiritual y lírica, formas inmutables y eternas, un sentimiento inmóvil de encanto...Si esta etapa fue breve, constituye sin duda una de las más intensas y poéticas del SXX en Italia, bautizada como Realismo Mágico. Como "una religión del misterio", intensas inquietudes en las que se proyecta nuestra vida. Un sentido oculto y profundo de las cosas, ajeno a los movimientos de vanguardia, mediante asociaciones inesperadas...De Chirico revela a nuestros ojos realidades que no escapan al alma... Un sentimento de vida suspendida...Ideales cada vez más clásicos y definidos con sencillez..la maternidad..la amistad...La realidad popular y modesta de Cagnaccio de San Pietro..

2-Evocación de lo antiguo...según la fundadora del "Novecento", Margherita Sarfatri...tanto más clásico cuanto menos tropiece con el clasicismo

NOVECENTO: Grupo de variada procedencia pero lombardo de residencia. Provienen los siete artistas de variadas formaciones...Sironi, Ubaldo Oppi, Malerba, Achille Funi, Leonardo Dudreville, Anselmo Bucci...todos exponen en la Bienal de 1924.

3- Regreso a la figura: el retrato. Una lección de los antiguos maestros que caracteriza la etapa "Vuelta al orden", exponentes de la nueva clase burguesa

Entre los ecos del pasado y una identidad presente, fue Giorgio De Chirico el primero en reintroducir en el curso del arte italiano, el amor por el pasado clásico y realiza una serie de retratos de hechura renacentista, con molduras adornadas de textos en latín.

4- El desnudo como modelo...liberados de la fragmentación y descomposición de las vanguardias, el cuerpo recupera la centralidad en la concepción plástica.

VOLVER A SITUAR AL HOMBRE EN EL CENTRO DEL MUNDO, volver a hacer del cuerpo humano la medida del mundo para recuperar sus ritmos, leyes y razones. En este contexto el desnudo se vuelve asunto de primera magnitud y adquiere múltiples significados y variaciones según la sensibilidad de cada artista. LA RECONQUISTA DE LOS VALORES DE LA TRADICIÓN.

5- Paisajes...regresa la pintura  con valores concretos de humanismo

Vuelta al orden, visiones personales de vistas urbanas. Lenguaje pictórico basado en una sólida síntesis constructiva, evocadora de volúmenes simples y esenciales. Sironi realiza vistas de la periferia, plenas de soledad, pintadas conforme a un orden espacial, paisajes mecánicos implacables, como la geometría de la vida encerrada en cubos entre rectas calles. Espacios enrarecidos, con ecos de pintura metafísica. De Chirico muestra una paleta monocroma de azules y grises con tradición de paleta lombarda.

6-La poesía de los objetos...reconquista de un lugar y un tiempo renovado para la belleza y armonía.

Algunos de ellos reniegan de las vanguardias-Funi,Sironi-otros se alejan de una línea clásica-De Chirico y Savinio- y otros buscan una poética solitaria con una visión abstracta de la realidad de las cosas-Casorati y Morandi. El tema del bodegón resulta determinante para todos.Cagnacio di San Pietro, Oppi observan la realidad a través de las "lentes mágicas", de un realismo exasperado, evocador a veces, luminoso casi siempre. Con cierto espíritu polémico Chirico escribe en su artículo de la Revista Valori Plastici en 1919 "el bodegón es un refugio y escapatoria para todos los que participaron en la era revolucionaria.Pensemos en los cientos de miles de bodegones de Cézanne y las manzanas, el cuchillo o el plato mal colocado con perspectivas falseadas..."

7- Las edades de la vida...un nuevo lenguaje en clave moderna.

Una nueva mirada estudiosa en clave renacentista de la Maternidad recobra un indudable valor simbólico: la figura femenina sostiene un niño en su regazo remite a la  estatuaria renacentista y el tema canónico de la Virgen entronizada con el Niño. La serenidad atenta o el humorismo festivo, transmite la alegría y dulzura del mundo infantil. La melancólica ternura del niño que sostiene en sus manos el propio destino. El tríptico de San Pietro:la vida el dolor y la gloria con ecos de Mantegna con los tres sentimientos de amor a la maternidad. El Novecento expresa el sentimiento de espera y tristeza que parece embargar a los miembros de la familia de Cagnaccio. O la pareja de ancianos al borde de un muelle con la precisión objetiva de rostros y ropas con la luz rosada del atardecer, una mirada grave hacia el horizonte en busca de alguien que ha emprendido el viaje. TAL VEZ LA PARTE MÁS  METAFÓRICA DEL INVIERNO DE LA VIDA.

La parábola de la vida y su cumplimiento...: la madre, mujer cristiana que sobrevive al hijo y culmina su existencia con sus dolorosos recuerdos. El pintor divide la composición en tres momentos que corresponden a los sentimientos de amor de la maternidad, el dolor por el hijo desaparecido en la guerra, momento representado como una PIEDAD. La GLORIA , con el recuerdo del amargo consuelo tras el sacrificio de una vida por la patria. Marguerita Sarfati conoció en primera persona la muerte de un hijo amado tras la Primera Guerra Mundial.