Parece que Bernardo Bellotto, animado por su tío "Il Canaletto" ya había visitado Roma en 1719, y permaneció varios meses en Florencia en el taller de su tío, sabiendo éste de su precoz habilidad para el dibujo. Esta obra fue pintada a su vuelta de Venecia en 1743.
El original encuadre deleita la vista, en dos ejes compositivos distintos.
Dos puntos de vista diferentes. Uno decidido por el pintor (a una altura imprecisa e intermedia), y otro por el espectador ( a ras de suelo y fuertemente sombreado). Los dos son hasta cierto punto irreales y sin embargo acaban alterando la veracidad y exactitud de lo representado.
LA ESCALINATA DE ACCESO A SANTA MARIA D´ARACOELI con su desnuda y acabada fachada de ladrillo se prolonga, forzada, por el encuadre de manera desmesurada, igual que la Cordonata de acceso al Capitolio, cuya disposición oblicua le obliga a rebajar la pendiente.
VEAMOS LA DISPOSICIÓN REAL DE LA ARQUITECTURA:
Pintado por lo tanto con extraordinaria precisión y detallismo que se observa en el repertorio de esculturas, tal como se encuentran en la balaustrada, estatuas de Castor y Polux con sus caballos así como Constantino y su hijo. Ya diminuta la estatua ecuestre de Marco Aurelio.