Esta última parte del trabajo quedó marcado para siempre a través de un viaje a Tierra Santa. Viaje, que marcó de forma indeleble el planteamiento del mismo.
He intentado unir las coordenadas bíblicas y geográficas, pues fue desde aquí, desde donde se irradió el Evangelio. Para un cristiano cruzar hoy el Mediterráneo hacia Jerusalén es repetir la historia a la inversa. Es volver a las raíces de nuestra fe, lleno de contenido y frutos abundantes, donde en pocos días he comprobado la acción silenciosa de Dios en mi vida.
Lo que impresiona no es lo que el hombre ha hecho, sino el deseo de adivinar en el ambiente ese algo invisible que se descubre al mirar con los ojos del alma.Por ello es un itinerario excepcionalmente valioso de peregrinación cristiana.
Peregrinar es crecer interiormente para no acomodarte a tu pequeñez, es ensanchar el alma. Es asomar el alma a la ventana.
Jesús permanecía constantemente en oración. De hecho, los momentos más importantes de su vida están acompañados siempre por la oración.
A los 50 días de la Resurrección se consuma el día de Pentecostés cuando los apóstoles, todavía asustados reciben el Espíritu Santo, principio vital de la Iglesia, y surge una nueva comunidad cristiana, que toma conciencia de ser la Iglesia de Cristo, quienes sufrirán persecución, hasta que en el año 313 el Emperador Constantino promulga el Edicto de Milán y proclama la libertad de culto.
En este lugar,el mismo donde Jesús instituye la Eucaristía, el Espíritu Santo envía a los apostoles para que sean testigos de Cristo. Tambien estaba la Virgen María, Madre de la Iglesia, Reina de los Apóstoles y orante perfecta.
En éste lienzo de El Greco, Pentecostés, lenguas de fuego se posan sobre sus cabezas para indicar la plenitud de la caridad divina, que les empujará a anunciar el evangelio, como hacemos cuando invocamos al Espíritu Santo:"Ven Espíritu Santo y enciende la llama de tu amor".
La imagen de la paloma, símbolo del Espíritu Santo proyecta una inmensa luz que envuelve a María y los apóstoles comunicándoles los dones:
-Sabiduría, es el gusto de Dios y de las cosas de Dios, es saber ver con los ojos del corazón.
-Entendimiento, luz para entender el misterio de Dios,luz para entender las palabras y los signos de Dios.
-Consejo, prudencia al hablar y escuchar para tomar decisiones acertadas, orientar el camino, corregir, alentar...
-Fortaleza,superar miedos y comodidades para afrontar riesgos, audacia para cumplir ntra misión.
-Ciencia, para conocer a Dios en las huellas de la Creación renovada por la inteligencia del hombre.
-Piedad, para intensificar la relación filial con Dios, agradecimiento, ternura, benevolencia.
-Temor de Dios, transido de humildad y respeto. No teme a Dios sino que lo adora, se teme a sí mismo por su fragilidad, confía en Dios...yo no soy digno..pero confío!
¿CÓMO INTERVIENE EL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA? (C.I.C.)
El Espíritu Santo es el que educa a la Iglesia en la vida de oración. Los Hechos de los Apóstoles narran cómo, desde el nacimiento de la primera comunidad cristiana de Jerusalén, "los creyentes acudían a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones".
¿QUÉ ES LA ORACIÓN?(C.I.C)
Es elevar el alma a Dios. La oración cristiana es mariana, pues Ella intercede, nos muestra el camino, por lo que es siempre necesaria la humildad, la confianza y la perseverancia, siendo el Padre Nuestro el resumen de todo el evangelio.(Lc 11,1)
PADRE NUESTRO
Aquí Jesús enseñó a orar a sus discípulos. Según Santo Tomás es "la más perfecta de todas las oraciones". Es la oración por excelencia de la Iglesia. La Eucaristía revela el sentido pleno del Padre Nuestro.
Contiene 7 peticiones: las 3 primeras (más teologales) nos atraen a Él...."Santificado sea Tu nombre, venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu voluntad..."; las 4 últimas peticiones presentan al Padre nuestras miserias y esperanzas. Le pedimos que nos alimente, que nos perdone, que nos defienda ante las tentaciones...que nos libre del mal.....
¿QUIEN PUEDE ENSEÑAR A REZAR? (C.I.C.)
La familia cristiana es el primer ámbito de educación para orar.
La Fe no es creer cosas que no se ven, es un encuentro personal con Jesús. Es decirle "préstame tus ojos para que yo vea el mundo como Tú lo ves". Es volver al primer Amor: volver a nacer, a renacer...es dejarse transformar por Él.
Aquí los peregrinos renuevan las promesas del bautismo para volver a renacer a la Vida de Gracia.
Jesús permanecía constantemente en oración. De hecho los momentos más importantes de su vida están acompañados siempre por la oración. Jesús ora cuando es bautizado en el rio Jordán.
Aquí, en el Mar de Galilea o Tiberiades, tambien llamado Genesaret, buscó a sus primeros discípulos:"Seguidme y os haré pescadores de hombres "(Mt 14, 22-34) nos relata el momento:Jesús mandó a sus discípulos subir a la barca y lo vieron caminando sobre las aguas. Pedro dijo"Si eres Tú, haz que camine sobre las aguas" y Jesús le dijo:"Ven". Pero Pedro sintió la fuerza del viento y empezó a hundirse y entonces gritó "Sálvame" Y Jesús tendiendo la mano le dijo"Hombre de poca fe ¿Por qué has dudado?". Subieron a la barca y amainó el viento. Los que estaban en la barca dijeron :"Verdaderamente eres el Hijo de Dios".
Este es el lugar donde se transfiguró delante de los apóstoles (Mt 17,1-9)
Y Él les dijo "Levantaos, no tengais miedo"
Aquí Jesús lloró:"Jerusalén,Jerusalén que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados"(Mt 23,37-39)
"Fue Jesús a un lugar llamado Getsemaní y les dijo:Sentaos aquí mientras yo voy a orar. Tomando a Pedro y a los hijos de Zebedeo comenzó a entristecerse y angustiarse"(Mt 26,36-46)
"Jesús fue según la costumbre al Monte de los Olivos y le siguieron sus discípulos. Se apartó de ellos y de rodillas oraba:Padre, si quieres, aparta de mi éste cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya.Y se le apareció un ángel del cielo que le confortaba. Allí sudó gruesas gotas de sangre que corrían hasta la tierra y levantándose de la oración, fue a sus discípulos y se los encontró dormidos y les dijo: Levantaos y orad para que no entreis en tentación" (Lc 22,39-46)
Ser católico es entrar en las sendas de Dios y como Jesús les dijo a sus discípulos, es una opción radical. (Lc 9,23)
Tengamos esto muy presente:el Evangelio de Jesús no es nada si no significa el todo en la vida. La enseñanza de Jesús recorre todos los campos de la existencia cristiana.ORACIÓN, SINCERIDAD, POBREZA, SERVICIO, CONVERSIÓN, MISERICORDIA, RENUNCIA, HUMILDAD, CORRECCION FRATERNA, RESPONSABILIDAD....
El Reino de Dios es la experiencia cotidiana de vivir amando. La Palabra de Jesús no es neutra, engendra conflicto.
Ahora toca seguir caminando con los ojos bien abiertos para descubrir al Dios vivo que nos sale al encuentro, hecho amigo, pan y Palabra....porque la fe puede ser un terremoto pero no una siesta....es un volcán pero no una rutina.....puede ser una herida pero no una costra. La fe es pasión pero no aburrimiento....
Que nunca Él nos encuentre dormidos pues la tentación de acomodarse al mundo es grande y la perseverancia difícil.